Río Sto. Domingo en Torunos+paso principal. Autor: Desconocido. Año: Décadas del 20 Siglo XX. Fuente: Fototeca Virtual «Henrique Avril»
Luisa Benavides de Finol . Descargar Documento
INTRODUCCIÓN.
Encontrar un camino que permite penetrar el mundo de los sentimientos del hombre es un reto y a la vez una necesidad.
La compresión del hombre una tarea importante pero difícil de abordar. Existen –a mi juicio- buenos motivos para suponer que representan un campo de investigación digno de ser explorado a pesar de que debe reconocerse que relativamente es poco lo que ha quedado establecido como hechos definitivos. El penetrar en el conocimiento de las complejidades de los individuos ha sido objeto de algunos de los paradigmas más importantes de las ciencias sociales. Estos han propuestos vías que – yendo de lo particular a lo general o viceversa- hacen que el campo de las disciplinas que intentan establecer posturas validas a este respecto sea muy rico y diverso.
Siendo así, es importante destacar que la complejidad del objeto de estudio obliga a considerar los paradigmas propuestos como aproximaciones cuya validez esta circunscrita a un campo previamente acotado y reducido. Igualmente, esto nos autoriza a pensar en la necesaria multidimensionalidad de los análisis que pretenden dar cuenta de tal realidad.
Entre los métodos concretos para el estudio del hombre que pueden mencionarse, figuran los relatos etnológicos y etnohistóricos, los tratamientos psiquiátricos y psicoanalíticos, los estudios de opinión pública y de las actitudes, las técnicas d proyección, las entrevistas, los estudios de comunidades y los análisis de contenido.
El especialista en ciencias sociales debe considerar su concepción del hombre “modal” como un modelo válido solamente para el estudio de los fenómenos sociales, del mismo modo que el psicólogo debe considerar su concepción de la sociedad y la cultura como valida solamente para el estudio de los fenómenos individuales. En el universo del discurso psicológico- individual, la sociedad y la cultura son solo medios que permiten actualizar las necesidades subjetivas y los mecanismos psíquicos, así como en el universo del discurso sociológico, colectivo, las estructuras y los procesos psíquicos individuales son solo medios que permiten actualizar las necesidades y los mecanismos colectivos del sistema socio-cultural (DEBE-REUX, 1972).
Aun el científico que se dedica específicamente al estudio del individuo debe aprender a considerarlo como parte de una sociedad y como producto de una cultura. De allí que, por ejemplo, si se tratase de utilizar el análisis freudiano, deberían explorarse y explicitarse las relaciones y correspondencias entre el superyó, el ideal del yo y la estructuración de las funciones del yo por una parte, y la estructuración de la matriz socio-cultural por la otra.
Cada día se ha comprendido más la necesidad de un enfoque combinado y de que grupos interdisciplinarios cooperen en una empresa científica común.
No existe verdadero conflicto entre el etnólogo que se ocupa de la gramática de una cultura y el psicólogo que desea saber cómo habla verdaderamente la gente. Ambos conjuntos de hechos son pertinentes a la compresión de los fenómenos y sus características.
Es así como en este trabajo proponemos esa búsqueda, a través del análisis del contenido (desde el punto de vista cualitativo) de los productos culturales, utilizando para ello el modelo del Etnopsicoanalisis propuesto por Devereux (DEVEREUX 1972).
LAS CATEGORÍAS DE ANÁLISIS
Las categorías que utilizaremos para el análisis de contenido del poema Florentino y El Diablo de Alberto Arvelo Torrealba son las siguientes:
El Eros o el instinto de vida que representa la lucha por la existencia. Es “lo conocido”, la simbiosis entre el hombre y la naturaleza, la imaginación, la creatividad. Igualmente el amor y la sensualidad, así como el triunfo sobre lo desconocido.
El Tanatos es la destructividad, es la mentira, es la trampa. Es lo desconocido, la noche, la oscuridad, la sensación de lo invisible. En síntesis es el instinto de muerte.
Freud sostiene que un conflicto esencial entre los dos principios es inevitable (MARCUSE, 1972). Este conflicto nunca se resuelve. De allí la ambivalencia que se constata en la constante preocupación del hombre por conocer y dominar el lado oculto de su existencia.
El eros y el tanatos son los dos principios que explican todas las motivaciones del hombre. En estas motivaciones están ambos principios actuando permanentemente. Por lo tanto, explica también todas sus necesidades. Necesidades de creación y de destrucción.
Sin embargo, el hombre imagina. Tiene la capacidad de crear situaciones que pueden, hasta un cierto nivel, satisfacer sus necesidades. Estos mecanismos, entre los cuales también se encuentra el sueño, “resuelven”, por así decirlo, temporalmente el conflicto y reducen los niveles de angustia. Estamos frente a lo que sería la imagen mnémica que es idéntica a la percepción y al hablar de esta identidad, Freud quiso significar que el “ello” es el que la considera idéntica.
Para el “ello” (instinto del placer, deseo) el recuerdo de la comida es idéntico a la comida misma. El “ello” no puede distinguir entre un recuerdo subjetivo y una percepción objetiva del objeto real. La distinción se produce a nivel del “yo”, es decir, la razón.
En consecuencia, nuestro análisis parte de los siguientes supuestos:
En primer lugar, que el poema Florentino y El Diablo es un producto cultural ampliamente representativo de la vida y forma de pensar del llanero y que por lo tanto, en el se resumen gran parte de sus preocupaciones existenciales y de sus respuestas al reto cotidiano de la vida. Esta representatividad aparece confirmada por la difusión del poema y su adaptación y enriquecimiento permanente.
En segundo lugar, que el Etnopsicoanalisis provee categorías validas para una lectura del poema que ponga de manifiesto algunas dimensiones de la realidad del llanero que complementan otras lecturas hechas y por hacer.
En tercer lugar que, si bien la problemática es común a la humanidad en general, es posible encontrar rasgos diferenciales en la manera de afrontar el conflicto entre eros y tonatos. Estos rasgos se manifiestan fundamentalmente en las características que presentan las imágenes mnémicas. Es necesario decir aquí, que dada riqueza de contenido del poema solo se esbozan algunas ideas en torno a su análisis.
En consecuencia, la hipótesis puede quedar formulada así: ene l poema Florentino y el Diablo se manifiestan los instintos de vida y d muerte, fusionados y alterados en los dos personajes principales; por un lado, Florentino, que representa la vida, que despliega su sensualidad hasta que llega la razón y por el otro lado El Diablo que representa la manifestación más pura del instinto de muerte, de lo desconocido, de la destructividad, la mentira, la justificación de la angustia por lo que no se tiene previsto.
EL ANÁLISIS
El poema puede dividirse en tres grandes partes.
La primera de ellas abarca lo que en la publicación de 1957 se denomina “El reto”, y la preparación para el contrapunteo de la segunda parte “santa Inés”. La segunda parte, el contrapunteo en sí, que abarca “El diablo cambia la rima”, “coplero que canta y toca”, “Albricias pido señores”. La tercera parte, es decir, la salvación o conclusión, que en la publicación citada abarca “La emboscada”, “Ahora verán, señores” y “Ecos lejanos repiten”.
PRIMERA PARTE: EL RETO
En esta primera parte del poema –rica en imágenes igual que las demás- se plantea el reto entre la vida y la muerte. Se plantea la soledad de Florentino y se introducen los signos que destacan la particularidad de la circunstancia y del momento: seis de la tarde (comienzo de la noche y la oscuridad):
El coplero Florentino
Por el ancho terraplén
caminos de El Desamparo
desanda a golpe de seis
“Caminos de El Desamparo y más adelante “el Caño de las Animas”, introducen más específicamente la imagen de la muerte, de los muertos.
La naturaleza presagia lo que va a ocurrir. Es un paisaje desolador, agreste y hostil:
Puntero en la soledad
que enlutan llamas de ayer
macolla de tierra errante
le nace bajo el corcel.
Ojo ciego el lagunazo
sin junco, garza ni grey,
dura cuenca enterronada
donde el casco de traspié
Los escuálidos espinos
desnudan su amarillez
Las chicharras atolondran
el cenizo anochecer
Parece que para el mundo
la palma sin un vaivén
En este espacio Florentino aparece representado la vida. La percepción o imagen mnémica elabora el recuerdo subjetivo de todos los elementos que de una u otra manera le anuncian al diablo:
aquello que desconoce, que le crea angustia. Adentrándose en ese mundo viene “muerto de sed” y en este momento hay un maleficio del diablo que no permite beber:
El cacho de beber tira,
en agua lo oye caer;
cuando lo va levantado
Se le salpican los pies,
pero del cuero vacio
Ni gota pudo beber.
Vuelve a tirarlo y salpica
el agua clara otra vez;
ávido sorbo susurran
los belfos del palafrén;
dulce rosario destila
del empapado cordel;
mas solo arena los ojos
en el turbio fondo ven.
En esta situación angustiosa Florentino ansia llegar a su destino, a su caney cundo “con trote sombrío” oye un jinete tras él. El misterio viene a caballo. Se concretiza la imagen mnémica en una sombra. Todo es oscuro: el caballo es negro, la manta y el sombrero de pelo e´ guama también. No es posible verte la cara y pasa por su lado sin volver la mirada cantando:
En negra orilla del mundo
Se han de hallar de quien a quien
Aquel que ve sin mirar
Y aquel que mira sin ver.
La “negra del mundo” alude, entonces, a ese espacio limite después del cual se abre lo desconocido, se acaba lo existente.
Es allí se producirá el “careo”, la confrontación. El eros y el tonatos se presentan en conflicto.
Un conflicto que no es externo a florentino. Es su propio conflicto que deberá ser experimentado hasta que se “resuelve” temporalmente. Hasta alcanzar un equilibrio inestable. Hasta que resurja y exija una nueva confrontación. Por eso Florentino no elude el reto. Es imposible huir de sí mismo. Es por ello que la confrontación tendrá lugar en Santa Inés que es el espacio de Florentino, es su “patio”. El diablo le concede ventaja en cuanto al espacio de la confrontación. No sucede lo mismo con el tiempo, puesto que será en la noche –donde el diablo es el Rey- que se producirá el enfrentamiento.
Es posible reconocer, como ya anotamos, la presencia del destino, de lo inevitable en la aceptación por parte de Florentino del desafío del diablo. Acostumbrado a enfrentarse a múltiples retos, a desafiar permanentemente la hostilidad del medio, a batallar para la conservación de su existencia (que no es solamente físico sino que implica un espacio, una libertad, una manera de vivir), es imposible dejar de hacerlo en esta oportunidad. Veamos.
Sabana, sabana, tierra
que hace sudar y querer,
parada con tanto rumbo,
con agua y muerte de sed.
una con mi alma en lo sola
una con Dios en la fe,
sobre tu pecho desnudo
yo me paro a responder.
Sepa el contador sombrío
Que yo cumplo con mi ley
Y como cante con todos
Tengo que cantar con él.
Ya en Santa Inés Florentino se enfrenta al Diablo quien le recuerda con el primer verso que está bajo la influencia de alguien más poderoso que puede ponerle trampas y hacerle maleficios:
Catire quita pesares,
contéstame esta pregunta:
cuál es el gallo que siempre
lleva ventaja en la lucha
y aunque le tumben el pico
tiene picada segura?
SEGUNDA PARTE: EL DIABLO CAMBIA LA RIMA
Si al comienzo el desafío se presenta como imagen mnémica, ahora, al comenzar el contrapunteo podemos hablar del paso a la imagen a la imagen secundaria. El diablo se concreta como posibilidad. Ya no es posible negarse a recocerlo no diciendo su nombre. Florentino se lanza decidido, envalentonándose y ejerciendo su libertad bajo el razonamiento de que tan él es el mejor que hasta el Diablo lo busca. Hay aquí una reafirmación de si mismo y de sus posibilidades:
no hay espuela que me apure
ni bozal que me sofrene,
ni quien me obligue a beber
en tapara que otro llene,
ni me haga arrollar las mangas
habiendo tantos jejenes.
Coplero que canta y toca
justa ventaja retiene.
Toca cuando le da la gana
canta cuando le conviene.
Esta decisión de ejercer su libertad de vivir lo hace ganar terreno. en “Albricias pido señores” los argumentos de Florentino toman mayor fuerza y seguridad. Es él quien ahora pone las trampas para ganar tiempo, para que el Diablo lo sorprender el día y así pierda su espacio que es la noche.
El conflicto alcanza así su clímax para avanzar hacia su desenlace y síntesis en la última parte.
TERCERA PARTE: LA EMBOSCADA. SALVACIÓN O CONCLUSIÓN
Aquí se produce una tregua tensa. Hay expectativa por la resolución del conflicto. Ambos, Eros y Tánatos, Florentino y el Diablo saben lo que va a pasar. Sin embargo Tánatos, sin rendirse todavía ensaya nuevamente un tanque:
Le salgo por otro rumbo
a ver si topa el atajo.
En “Ecos lejanos repiten” se plantea definitivamente el triunfo del eros; cuando llega la aurora triunfa la emboscada que le tendio Florentino. Llega la luz y con ella el triunfo de la vida sobre la muerte.
Por primera vez Florentino se atreve a nombrar a Satanas ya seguro su triunfo. Como golpe de gracia Florentino invoca a todas las deidades que lo protegen:
Y no piense al suspirar
Sácame de esto con Dios,
Virgen de la Soledá,
Virgen del Carmen bendita
Sagrada Virgen del Real,
tierna Virgen del Socorro,
dulce Virgen de la paz
Etc.
Florentino entiende que la única forma cierta de combatir al Diablo es mediante el recurso a Dios. Cabe preguntarse por qué su destino es vivir el reto, el conflicto de la vida y de la muerte. Aquí triunfó la vida, pero algún día triunfará la muerte.
CONCLUSIONES
El análisis presentado, reconocemos es limitado, solo se pretendió explorar la posibilidad de una lectura del poema utilizando las categorías del psicoanálisis. Tal lectura es posible y podría ser enriquecida con el aporte de otras disciplinas.
Los productos culturales contribuyen un valioso material para la compresión de las características particulares del llanero y el poema “FLORENTINO Y EL DIABLO” expresa una síntesis que ha rescatado a lo largo del tiempo su idiosincrasia; y en él, se reconocen rasgos fundamentales de su personalidad.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.
DEVEREUX, Georges. Etnopsicoanalisis complementarita.
Buenos Aires. Amorrortu editores 1972.
De la Ansiedad al método en las ciencias del comportamiento. México Editorial Siglo XXI, 1977. 5ª. Edición.
MARCUSSE, Herbert. Eros y civilización. España. Edit. seix Barral, S.A. 1972.
ARVELO TORREALBA, Alberto. Florentino y el Diablo. Caracas, Vitrales Editorial, 1985.
FUENTE: Luisa Benavides de Finol. “Eros y Tanatos en Florentino y El Diablo” en Parángula (Revista de Cultura de la Unellez). Barinas, Nº 10, 1991, pp. 9-13. Transcripción: Unidad de Patrimonio Cultural.